Eduardo Mendoza, por medio de su personaje Javier Miranda, nuestro recuerda el valor de la corporeidad. Cuando se ve obligado a recordar ante el juez, en 1927, unos hechos que deben ensarecer “La verdad sobre el caso Savolta”, observó como su cuerpo participa del recuerdo:
“ La mente humana tiene un poder curioso y terrible. A medida que rememoro momentos del pasado, experiment o las sensaciones que otrora experimentara, con tal verismo que mi cuerpo reproduce movimientos, estados y trastornos de otro tiempo ”.